Fomento activa los trámites administrativos previos a la construcción de la estación del AVE en Mérida. La vicealcaldesa y delegada de Urbanismo, Raquel Bravo, confirmó ayer que el Gobierno central ya está tramitando la declaración de impacto ambiental (DIA) del proyecto conforme a la nueva propuesta de ubicación que ha presentado el consistorio, cuyo resultado se conocerá a lo largo de este año. "Es el primer paso para que el proyecto pueda ser una realidad", apuntó Bravo, que insiste en que el traslado de la estación del entorno del ferial a las afueras acorta los tiempos de viaje, abarata el proyecto y facilita el posterior desarrollo urbanístico de la ciudad.

La delegada informó que el alcalde, Pedro Acedo, ha mantenido esta semana en Madrid una reunión con los responsables del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), encuentro al que también han asistido el coordinador general de Industria, Oscar Baselga, y ella misma como vicealcaldesa y delegada de Urbanismo. En la cita, de la que ayer se informó a la Junta de Gobierno Local, se puso de manifiesto que el proyecto de la nueva estación está muy avanzado y también que el tren diésel de altas prestaciones con el que contará la región hasta la llegada del AVE estará operativo en el tramo Cáceres-Mérida-Badajoz a finales de este año.

El estudio de impacto ambiental suele alargarse unos 10 meses, pero teniendo en cuenta que en este caso se comenzó a tramitar hace seis, Bravo consideró que el resultado podrá conocerse a lo largo del 2014. "Entendemos que una vez que cuente con la autorización favorable, podremos tener la estación en el menor tiempo posible", indicó. El siguiente paso será el diseño del proyecto. "Hemos planteado que hay que pensar a lo grande", dijo la vicealcaldesa, que adelanta que la estación será un espacio modular que irá creciendo con el tiempo.

De acuerdo último proyecto presentado por el consistorio, la estación se ubicará a unos cinco kilómetros de la ciudad, cerca de Esparragalejo y sobre la vía principal. El Equipo de Gobierno ha explicado en varias ocasiones que el cambio permitirá acortar en unos 15 minutos los tiempos de viaje al no entrar los trenes en la ciudad, además de facilitar el desarrollo urbanístico posterior. Según un estudio del consistorio, incluso los costes del proyecto se reducirían en 80 millones de euros. "Se construiría un ramal rápido y cualquier vecino tardaría menos de tres minutos en llegar desde la ciudad", aseguró Bravo.

La vicealcaldesa también habló ayer de "una importante inversión" para mejorar la seguridad y adecuación de la línea Aljucén-Mérida, una actuación "imprescindible para la nueva estación".