El Banco Regional de Sangre recogió el pasado año 8.304 bolsas en el área de salud de Mérida, lo que supone un 18,3% más que las recogidas en el 2004. Sin embargo, la capital autonómica sigue muy por debajo en cuanto a donaciones si se compara con la media obtenida en ciudades equivalentes y, sobre todo, de localidades como Almendralejo y Villafranca, cuyos donantes son los artífices principales de este incremento.

Así lo ha explicado a este periódico el director del Banco Regional de Sangre, José María Brull, quien destacó la importancia de las donaciones en la zona de Tierra de Barros (con un 20% más de bolsas obtenidas) y la paralización de Mérida, donde "en el polígono sacamos en torno a 50 o 60 bolsas cuando vamos, en la antigua politécnica unas 40, pero en las Sindicales sólo sacamos 20 o 25 bolsas", explicó.

La razón de la escasez de donaciones no es fácil, comenta, y añade que la misma puede residir en el hecho de que "quizás Mérida ha crecido un poco caóticamente, con gente de fuera que no se acaba de integrar. Además, en el centro es muy difícil aparcar, y las barriadas no terminan de tener un espíritu de barriada, como sí lo hay por ejemplo en San Roque en Badajoz; creo que todo eso puede influir", subrayó.

Pero, qué puede hacer esta entidad para lograr más implicación de la ciudadanía. Brull se pregunta a este respecto si merecería la pena "montar un gran circo para sacar a lo mejor 500 bolsas más al año", ya que "con mucho menos esfuerzo las sacamos en Almendralejo y Villafranca, y aquí tendríamos que dejarnos la piel.

En cualquier caso, la entidad seguirá acudiendo a los barrios y cada primer jueves de mes a la antigua politécnica.