Las excavaciones arqueológicas que se llevan a cabo en una urbanización cercana a Las Abadías, donde Aproext construye viviendas, han sacado a la luz dos tramos de la conducción hidráulica romana que traía el agua del lago de Proserpina. Están fechados en el siglo I.

Los tramos están en buen estado, incluso en algunos puntos conservan la bóveda que los cubre. De las dos conducciones, una forma parte de la red principal, y mide unos 500 metros. La otra es un ramal, de algo más de 100 metros, que parte del conducto principal y cuya existencia se desconocía.

OTRO DESCUBRIMIENTO Otra sorpresa que ha deparado esta excavación es el hallazgos de dos canales que se suponen que eran para robar agua de la conducción principal. Y otro canal aislado, paralelo al principal, que no se sabe de donde procedía.

En todo su recorrido, la conducción hidráulica presenta numerosos tramos conservados, unos están sobre arcadas, si tienen que elevarse, y otros subterráneos. El agua que circulaba iba a la piscina limaria, en la barriada de Santa Eulalia, donde se limpiaba de impurezas, luego atravesaba el Albarregas por el acueducto de los Milagros y se dirigía al castellum Aquae de la calle Calvario, desde donde se distribuía a la ciudad.

El pasado mes de noviembre se presentaron al público dos tramos de este canal, uno de 300 metros frente al cementerio, y otro de 200 metros en la barriada de Santa Eulalia, habilitados en una zona de paseo.

Por otro lado, en la misma zona se han hallado los restos de una villa romana, que está excavada en parte. Hasta el momento se ha limpiado el espacio donde estaban las termas y se seguirá por el resto de la vivienda.

El futuro de estos hallazgos se debatirá mañana en una Comisión Ejecutiva del Consorcio de la Ciudad Monumental.