Los tres jóvenes que resultaron heridos en el accidente de la madrugada del domingo, en el que falleció un menor de 16 años, evolucionan favorablemente y se recuperan en distintos lugares.

El menor fallecido y su padre, que murió de un infarto horas después de enterarse de la noticia, fueron enterrados ayer tras el funeral oficiado en la parroquia de San Francisco de Sales, en la barriada de la Paz, entre escenas de gran dolor.

Los jóvenes que resultaron heridos con politraumatismos son Rafael Murillo, de 24 años, ingresado en la unidad de maxilofacial del Infanta Cristina, donde será intervenido quirúrgicamente; y Manuel Tirado, de 18 años, que tras pasar por la UCI del hospital de Mérida ya ha sido bajado a planta. Víctor Manuel Ceballos, de 18 años, con policontusiones, fue dado de alta el mismo día. El menor fallecido se llamaba David Vega.

El accidente se produjo a la una de la madrugada del domingo, cuando el vehículo en el que viajaban los cuatro jóvenes chocó frontalmente contra el dique de hormigón del puente del ferrocarril situado a la salida de una curva en la ronda de los Eméritos, junto al recinto ferial.

El impacto fue tan brutal que David Vega salió proyectado por la ventanilla del turismo, mientras que los otros tres jóvenes quedaron atrapados en el interior del vehículo. Los ocupantes de los dos asientos delanteros, que no llevaban puestos el cinturón de seguridad, salvaron sus vidas gracias al airbag.

El coche quedó con el frontal hundido y con el motor empotrado en el habitáculo. El chasis y el techo resultaron doblados por el impacto.

Los jóvenes estaban en el botellón y dicidieron ir a recoger unos altavoces a casa de uno de ellos y regresaban al recinto ferial cuando sufrieron el accidente, probablemente por exceso de velocidad, ya que el límite establecido en ese tramo es de 40 kilómetros por hora.

Ante este accidente, la concejala de Juventud, Marta Calamonte, señaló que había que tomar algún tipo de medidas, como una línea de transporte público al recinto ferial e incluso el cambio de ubicación del botellón, aunque reconoció que está mejor que antes, dado que ahora permite conjugar el descanso de los vecinos y la diversión de los jóvenes.