La empresa Aqualia, que gestiona el agua de la ciudad, ha invertido más de 48.000 euros para poner doce nuevos prelocalizadores de fugas y un correlador acústico, que permitirían la completa revisión de la red cuatro veces al año, optimizando así el control y la vigilancia de las instalaciones de la ciudad.

El correlador adquirido detecta de forma "precisa y rápida" según Aqualia posibles fugas en condiciones ambientales desfavorables y en tuberías situadas a una mayor profundidad de la habitual. Por su parte, los nuevos prelocalizadores estudian los ruidos existentes en la tubería, grabándolos y analizando su frecuencia. De esta manera, y con los datos obtenidos por el correlador acústico, localizan el lugar exacto donde se encuentra la posible fuga.