Lejos de localismos, Mérida ve cómo es una capital cada vez con menos peso. El presidente del Gobierno extremeño, José Antonio Monago , no quiso vivir aquí, tampoco todos los consejeros viven aquí, aunque sería recomendable. Mérida es especialmente sensible a la venta de la casa del presidente. Y le molesta la sensación de ser usada como cortina de humo para que no se vuelva a hablar de los vuelos a Canarias.

Y duele no tanto por la casa en si, como inmueble con una historia ligada a la ciudad, igual que (en diferente medida quizás) el cine Alcazaba, Disco Teatre, el cine teatro Maria Luisa, el Vía Flavia, etc. Si no por el golpe de efecto que supone el quitarle otra cosa más a la capital de la autonomía. Mientras la ciudad sueña con el tan deseado Estatuto de Capitalidad, a la capital se le arrebata que el presidente de los extremeños viva en Mérida. Dos millones de euros es la partida destinada en los presupuestos para el acariciado Estatuto y casualmente son dos millones también por los que se quiere vender la casa de la avenida José Fernández López. ¡Qué casualidad! ¿A esto se refería Monago cuando decía que el dinero de la venta de la casa repercutiría en Mérida?

El Gobierno regional ha dado datos desorbitados que dicen que la limpieza de esta casa ha costado unos 400.000 euros desde 2007 (vaya sueldo tiene la limpiadora) en un intento de justificar esta decisión. Mérida está enfadada y los grupos de la oposición más UPyD, colectivos ciudadanos y sindicatos se han agrupado en torno a una plataforma llamada 'No se vende'. El alcalde, Pedro Acedo , no quiere que se venda pero no especifica si luchará porque siga siendo la residencia del presidente de la comunidad.

En el delicado periodo preelectoral, es posible que esta plataforma sea usada como arma de la oposición pero ante tanta vaguedad de respuestas sobre el futuro de la residencia, que se resolverá quizás el día 15 de diciembre tras la reunión entre Monago y Acedo, la plataforma pide no solo que no se venda si no que siga siendo la casa del presidente. Mérida no va a dejar que le arrebaten eso.