Con este último capítulo hemos recorrido la Sede Arzobispal Emeritense con datos del primer obispo del que tenemos constancia, Marcial, en el año 255, hasta que el obispo compostelano Gelmírez, en el año 1120, con premeditación y alevosía y con consentimiento papal, la trasladó a Santiago de Compostela.

Tuvieron que pasar muchos siglos hasta que Mérida recuperara su arzobispado, en este caso en compañía de Badajoz (arzobispado Mérida-Badajoz).

LOS OBISPOS Hacemos una relación como recordatorio de algunos de los obispos que hemos tratado por su trabajo en esta ciudad y su reconocido prestigio a través de los siglos, como Masona y Paulo.

Los más relevantes fueron: Marcial (¿-255), Félix (255-?), Libero (295-314), durante este pontificado sucedieron los martirios de Santa Eulalia; Florencio (desde antes del 347-380), Idacio (380-400), Patruino (400-?), Gregorio (410-420), Antonino (...4445-449...), Zenón (...483...), Paulo (530-360) obispo médico (su etapa se calificado como la edad de oro de la Iglesia Emeritense ); Fidel (560-571?) y Masona (571-605), el obispo más famoso del Episcopologio y uno de los personajes más interesantes de toda la historia eclesiástica visigoda en España.

No se conoce la sucesión completa de los obispos emeritenses. Pero el estudio hecho por el sacerdote Aquilino Camacho Macías ha sacado a la luz unos conocimientos que se aproximan mucho a la casi totalidad de los obispos que tuvimos en Mérida durante varios siglos.

El último obispo que tratamos en estos reportajes fue Oroncio (635-665?), personaje muy documentado y que nos han llegado muchos acontecimientos religiosos de su época. Le sucede Proficio (665-671?), que organizó, reinando Recesvinto, en el año 666, el considerado como Tercer Concilio Provincial Emeritense; Festo (671-681), Esteban II (681-685), que firma las actas del Concilio XII de Toledo y las del XII en el año 683; Máximo (688-?), y Ariulfo (839-862), uno de los ocho obispos que asisten a Córdoba al Concilio celebrado contra los caniosistas el 21 de febrero del año 839.

Ariulfo es el último nombre auténtico del episcopado emeritense. El sacerdote e investigador Aquilino Camacho omite algunos nombres por considerarlos dudosos, aunque lo admiten historiadores locales. Algunos de estos obispos son Pontamio, sobre el año 440, Sempronio, Lando y Andrés cuyas fuentes son poco fiables.

Todo esto acaba cuando el obispo de Santiago de Compostela, Gelmírez, se alía con el Papa en el año 1120, ante la pasividad de los emeritenses. La Sede Arzobispal de Mérida se traslada a Santiago de Compostela.

NUEVO ARZOBISPADO Tuvieron que pasar 874 años para restituir la Sede Arzobispal Mérida-Badajoz por el Papa Juan Pablo II. Fue el 28 de julio de 1994 por la Bula Universae Ecclesiae Sustinentes creando la nueva Provincia Eclasiástica de Mérida-Badajoz, que comprende a las tres diócesis extremeñas, y que nombra primer Arzobispo de la Sede Metropolitana a monseñor Antonio Montero Moreno, que toma posesión de la Archidiócesis en el acto de ejecución de la referida Bula, en Mérida el 12 de octubre de 1994, en el Teatro Romano de Mérida, con asistencia de todas las autoridades políticas, civiles, militares y eclesiásticas de la región y muchas que vinieron de fuera por la amistad que le unían con el nuevo arzobispo.

Antonio Montero nació en Churriana de la Vega (Granada) el 28 de agosto de 1928. Comenzó a estar ligado a Extremadura cuando se le nombró arzobispo de Badajoz el 3 de mayo de 1980. Su vinculación a Extremadura, y más concretamente a Mérida y Badajoz, ha sido total. Se le quiere, se le respeta y ya es uno más, y como va a vivir en Mérida vamos a tener un Arzobispo para nosotros solos.

Su trabajo sacerdotal y su extraordinario comportamiento le ha llevado a unir una entrañable amistad con el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que reconociendo su labor pastoral le concedió la Medalla de Extremadura el 7 de septiembre del 2001, máximo galardón de esta comunidad autónoma y, según rezaba el decreto de concesión: "por el amor y dedicación a Badajoz y Extremadura mostrada en su dilatada carrera sacerdotal y pastoral".

Hace unos días, la gran avenida que hay en la parte posterior del teatro romano, el alcalde de Mérida, Pedro Acedo, le ponía su nombre por el comportamiento con esta ciudad.

El nuevo Arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, tomó posesión el 4 de septiembre de este año en la Catedral de Badajoz y el 5 en la Concatedral de Santa María, en Mérida.

Con estos tres capítulos hemos querido ofrecer una información de los obispos que ha tenido Mérida, con datos que hemos adquirido gracias a la investigación del sacerdote, abogado y amigo, ya desaparecido, Aquilino Camacho Macías.