El concejal de Infraestructuras y Obras, Manuel Gámez, presentará al pleno que se celebrará la próxima semana una propuesta para poner en marcha una nueva ordenanza, que regulará el vallado de las obras. Su incumplimiento se castigará con multas de hasta 3.000 euros.

Gámez indicó que su objetivo es mejorar la estética de la ciudad, la seguridad y el ordenamiento del tráfico y de los peatones. La normativa se aplicará en los solares sin edificar y obras que afecten a la red viaria, además de a los espacios libres municipales de uso público.

Así, la intención del ayuntamiento es controlar las obras y cerramientos en el casco urbano. Si se aprueba la semana que viene entrará en vigor en un mes, como mínimo.

LA PROPUESTA La nueva ordenanza estipula que habrá cerramientos de obras en el casco histórico, que irán con ladrillos o bloques enfoscados y con una altura no inferior a tres metros; cerramientos de obras en el resto del casco urbano, que deberán ser de bloque visto y también de una altura mínima de tres metros; y cerramientos en solares, que deberán llevar una malla galvanizada homologada. Todos deberán disponer de una licencia municipal, mientras que técnicos municipales los inspeccionarán y vigilarán.

La ordenanza prevé la imposición de sanciones de hasta 3.000 euros para infracciones muy graves, de hasta 1.500 euros para las graves y de hasta 750 euros para las leves.

En cuanto a la ordenanza de contenedores de limpieza viaria, Gámez explicó que se trata de mejorar las condiciones higiénicas y estéticas de la ciudad, especialmente en el centro.

En esta línea, será preciso solicitar licencias para instalar contenedores cuyas características estarán reguladas.

Como novedad, se ha previsto poner contenedores de bolsa, elaborados con materiales incombustibles y resistentes, que serán colocados en el casco antiguo para preservar la estética.