Mi hermana Sofía se casa hoy en la catedral de Badajoz. Las bendiciones a cargo de Abdón Moreno, un cura por todo lo alto.

Mi padre se casó dos veces, y sofía es la pequeña de la segunda tanda, es más joven que mi hija más pequeña, y ya es tía abuela. Sofía no llega a los treinta.

Las mujeres en la familia Delgado Valhondo son guapas, inteligentes y no se la pega ni el lucero del alba. Hoy volverán los Delgado a unirse y después de la ceremonia a disfrutar en el monasterio Rocamador 1512 de franciscanos descalzos. El ágape en la capilla. Si San Francisco levantara la cabeza y viera los menús que se sirven allí, sus franciscanos descalzos no comprenderían que con lo que cuesta uno de los platos tendrían para el presupuesto anual de la Orden. El monasterio, en vez de acabar en una ruina, Carlos Tristancho y Damián Galán han conseguido hacer uno de los lugares más bellos del pais. Mi padre estaba enamorado del monasterio y escribió un precioso artículo sobre Rocamador el día que nació mi hermano Felipe, el segundo de la segunda tanda. El mayor del segundo trío es Jesús, que acompañará a su hermana de padrino; y de novio, un apuesto inglés Smith Robertson que ha terminado por ser castúo extremeño.

Sofía, que irá guapísima, porque lo es, como todas las de la familia, tendrá a su lado a la familia y a los amigos más íntimos de mi padre como Sánchez Pascual, Martínez Mediero, Zambrano Zambrano, Juan José Poblador, Alvarez Buiza, Santiago Castelo, Teresiano Rodríguez, Manuel Pecellín, Antonio Salguero, el pintor Eduardo Naranjo; y para dar fe el notario Juan José Soto. Buena antología de escritores y artistas, pero sobre todo amigos de casa.

Joaquina Oncíns como madre tendrá los nervios normales, que se vaya acostumbrado. El mayor recuerdo para mi padre que estará allí, entre todos, bendecirá a su hija y la tomará en brazos para llevarla como a él le hubiera gustado. Brindaremos juntos.