Vecinos de la barriada del Tercer Milenio de Mérida critican a este diario el retraso de Correos a la hora de entregar las cartas en los domicilios, así como errores relativos a la repartición de la correspondencia. Entre las quejas de algunos residentes de la zona, destacan la «pérdida» de cartas que nunca llegan, la acumulación de la correspondencia fuera de los buzones y las equivocaciones en las direcciones de entrega.

Estas circunstancias han ocasionado que uno de los vecinos que vive en un bloque de la avenida de Valhondo haya trasladado su queja al Defensor del Pueblo por «considerar que se vulneran mis derechos al no recibir el correo a diario en mi domicilio». En su reclamación, este vecino adjunta una fotocopia de una carta certificada con acuse de recibo que envió el pasado 11 de julio junto con un certificado de entrega al destinatario con fecha del 25 de julio, que según asegura en su escrito iba dirigida al presidente de la comunidad de vecinos que vive en su mismo bloque. «Nadie ha sabido darme una explicación de dónde ha estado la carta 14 días», sostiene.

Desde Correos aseguran a este diario que no han recibido denuncias por parte de los vecinos del Tercer Milenio y que, en cualquier caso, podría tratarse de un caso puntual pero no generalizado. «El correo se reparte diariamente y de una manera correcta», subrayan tras haber realizado un seguimiento desde Correos.

En este sentido se expresa también Pedro Rincón, delegado sindical de CCOO, quien sostiene que las denuncias pueden ser «algo exageradas», ya que con el personal que dispone actualmente Correos no debería de haber problemas en el reparto. Según Rincón, en la actualidad tan solo faltan dos trabajadores de la plantilla destinada a cubrir este servicio, por lo que «tal y como está la cosa», la situación de reparto en Mérida «no es alarmante».

Sobre este asunto, el delegado sindical puntualiza que Correos suele dar preferencia a la entrega de la paquetería, ya que a través de este servicio de pago se recibe una mayor remuneración económica que compensa a la entidad, mientras que en los últimos años la entrega de correspondencia ordinaria a los ciudadanos ha pasado a un segundo plano.