La decisión de Antonio Vélez de abandonar la militancia del PSOE después de 33 años sigue generando opiniones. El exalcalde replicó ayer a las declaraciones del Ignacio Sánchez Amor, secretario general del partido en la ciudad, en las que recriminaba la "deslealtad" con la que ha actuado Vélez. En este sentido, el exmilitante socialista asegura que no entiende la lealtad "como obediencia debida y silencio, porque si fuera así se justificaría mi marcha y se explicarían muchas cosas".

Vélez hace referencia a la palabra "respeto", que será el valor que según dijo le mantendrá "fiel, siempre, a los postulados progresistas --no a oportunismos interesados-- y a defender los intereses generales por encima de los particulares".

El exalcalde reiteró que el origen de las desavenencias fue la recalificación de los terrenos de Carcesa, y que la refinería y las centrales térmicas "han constituido, en máximo nivel, motivo de enfrentamiento", lo que le llevó a quedarse "solo" en el partido.

Su decisión también se ha tratado en el PSOE a nivel regional. Su portavoz, la que fuera concejala en Mérida Ascensión Murillo, retomó el término "deslealtad" para describir la actuación de Vélez, aunque reconoció que su salida del partido no ha sido ninguna "sorpresa".