Por todos los frentes posibles, activistas de Greenpeace protestan ante la central de Almaraz (Cáceres) para pedir el cierre de las nucleares españolas, exigiendo al Gobierno que cumpla su promesa electoral de eliminar este tipo de obtención de energía. Los ecologistas efectuaron acciones por aire, agua y tierra en una acción coordinada. Las acciones de Greenpeace se caracterizan por dirigirse a la raíz del problema que pretenden solucionar y realizar la protesta. Hoy, siguieron la misma estrategia en los aledaños de la central nuclear de Almaraz, ubicada en Cáceres. Querían denunciar el "mal funcionamiento" del parque nuclear español y exigir al Ejecutivo central el cierre progresivo de las centrales españolas para apostar "definitivamente" por las energías renovables. El 'asalto' a la central comenzó por aire, cuando uno de los activistas sobrevoló Almaraz en un paramotor, evidenciando la "falta de seguridad y control" en las nucleares españolas. Por el agua del río Tajo que rodea la central, y refrigera el reactor, accedieron otros veinte ecologistas, que alcanzaron las instalaciones en zodiacs para escribir en los muros exteriores lemas como 'Nuclear no' o 'Almaraz, cierre ya'. El tercero de los frentes llegó por tierra para encadenarse a la puerta principal de acceso. Más de una veintena de ecologistas extendieron dos grandes pancartas que rezaban 'No a las nucleares, sí a las renovables'. Las decenas de activistas que participaron en la reivindicación de hoy, efectuada alrededor de las 8.00 horas, lo hacían por un objetivo común. Greenpace reclama el cierre "inmediato y definitivo" de la central de Garoña y la finalización de las actividades "en breve" de las de Almaraz y Ascó. La meta es lograr un modelo "más sostenible" basado en las energías verdes. Para argumentar estas peticiones, la organización aludió a un informe técnico del Instituto de Investigaciones Tecnológicas, que considera "viable tanto técnica como económicamente" un sector basado únicamente en fuentes renovables. Más aún en un país como España, que cuenta con un "inmenso potencial sin aprovechar" de este tipo de energías limpias, según el responsable de la campaña de energía antinuclear de Greenpeace, Carlos Bravo. La organización considera que goza del apoyo mayoritario de los españoles para solicitar el cierre de las nucleares. Al menos, lo que sí sabe es que tiene el respaldo de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura, que emitió un comunicado de solidaridad respecto a las acciones ecologistas de hoy por la mañana. FORO NUCLEAR PROTESTA Para Foro de la Industria Nuclear Española, Greenpeace actuó de forma "injustificada y con argumentos carentes de objetividad", según destacó en un comunicado. La organización discrepa acerca de que la central de Almaraz sea insegura, puesto que está sometida a un examen periódico del Consejo de Seguridad Nuclear. Respecto a la posible viabilidad de un sector energético español movido sólo por fuentes renovables, Foro Nuclear no entiende cómo se puede prescindir de una energía, la nuclear, que proporciona el 20% de la electricidad a un país que depende en un 85% de los suministros exteriores. Además, subrayan que las nucleares evitan la emisión a la atmósfera de 40 millones de toneladas de dióxido de carbono. Por su parte, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) también respondió a las acciones ecologistas. Pese a la situación de prealerta inicial que decretó el propio plan de Emergencia Interior de la central de Almaraz, el CSN tranquilizó posteriormente asegurando que los activistas se encontraban "controlados" y "fuera del perímetro de seguridad" y su incursión no supuso "ningún riesgo para la seguridad de la planta". Las fuerzas de seguridad intervinieron finalmente al ver que los ecologistas encadenados no deponían de su actitud, por lo que fueron desalojados a las 12.45 horas.