Parece increíble; una gran charca de abastecimiento de agua la represa , uno de los más grandes embalses de España, el embalse de José María de Oriol, y los vecinos de Alcántara, no tenemos agua en el grifo para beber. La explicación sencilla y lejana en el tiempo.

Si por el año 2003 las autoridades sanitarias ya le habían advertido al ayuntamiento: mala calidad de las aguas de la represa, malas condiciones de la estación depuradora, medidas correctoras que deberían tomarse para tratar y poder beber el agua.

Al día de hoy, el resto ya lo conocemos: rotura de la bomba, salmonella, cierre de la piscina, desinformación a los vecinos, ocultar los hechos a las autoridades sanitarias, cortes de suministro, captación precintada por la autoridad sanitaria, grieta en el depósito de decantación, bonificación por parte de la alcaldía con diez mil litros, etcétera, y mientras tanto un pueblo que asume con resignación como está siendo tratado por la falta de decisión y ejecución que viene del ayuntamiento.

¿Hasta cuándo dicha situación? ¿a quién corresponde velar por la calidad del agua de consumo?, ¿a quién corresponde tomar las medidas y poner los medios para evitar jugar con la salud de la gente?, ¿qué tenemos que esperar los vecinos: un envenenamiento masivo, un brote de diarrea general a gran escala, que precinten también los establecimientos públicos (cafeteras, máquinas del hielo, lavabos, etcétera? Soluciones sí, bonificaciones de agua no.

Con la salud pública no se juega y con el agua que sale del grifo menos.

Fermín Agúndez Acosta **

Alcántara