Casas de Miraveteda las gracias

El 10 de agosto, en medio de la tarde agobiante, la sierra de Miravete se estremeció. Un trueno potento y seco estalló rompiendo la somnolencia y la desgana del final de la siesta. Nos temimos lo peor y así ocurrió. La consecuencia del trueno, un rayo con muy malas intenciones, se encargó del resto, depositando todo su potencial destructivo en lo alto de Miravete. El olor a pasto y monte quemado se extendió por toda la umbría de la sierra, donde está ubicado Casas de Miravete y la presencia de un helicóptero confirmó nuestra sospecha.

Nos desplazamos al lugar del incendio, donde comprobamos cómo la labor arriesgada y sin pereza de los hombres que componen los retenes habían conseguido convertir una catástrofe potencial de consecuencias imprevisibles en lo que en su argot se conoce como conato. Pudimos observar la perfecta sintonía entre las distintas partes del equipo: hombres a pie limpiando de troncos humeantes los bordes de la superficie quemada; conductores dirigiendo su camión por sitios inverosímiles para después manejarse entre un sinfín de mangueras, un helicóptero rozando las copas de los árboles en su ir y venir constante a una laguna próxima para llenar y descargar después su cesta milagrosa sobre el fuego... Les ofrecimos nuestra ayuda y nos pidieron agua fresca. Incluso uno de ellos nos tranquilizó: "No se preocupen, todo está controlado".

Han pasado unos días y nosotros seguimos pensando que estos hombres lograron el milagro. Miramos la sierra y pensamos qué hubiera sido de Casas de Miravete sin sus pinos en la cima de la sierra, sin sus alcornoques centenarios, sin sus castaños, sin sus brezos abigarrados, sin su vegetación mediterránea agreste y natural, sin sus encinas, sin sus buitres planeando sobre el pico y las cancheras, sin el canto nocturno de los ruiseñores, sin la sinfonía madrugadora de la oropéndola madre desafiando a todos los seres voladores, sin sus orgías de berrea con las primeras aguas de septiembre.

Sirvan estas líneas como homenaje a estos hombres que arriesgan su integridad física para que nuestros ojos puedan disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor. Se nos antoja que con un sueldo, agua y bocadillos no les pagamos suficientemente el hecho de poder mantener intacto este maravilloso ecosistema que rodea Casas de Miravete. Desde aquí queremos dar nuestro apoyo a la Junta, animando a los responsables de la lucha contra incendios a perfeccionar los medios y a formar a las personas. Cueste lo que cueste, no podemos permitir que Extremadura deje de ser sinónimo de naturaleza viva.JOSE GARCIA SERRANO.Alcalde de Casas de Miravete

Abandono enVillanueva de la Serena

Debido al abandono del barrio de los Conquistadores por parte del anterior gobierno de Villanueva de la Serena, los vecinos sufrimos problemas de alcantarillado y vertido de aguas; deficiencias tales como fuertes olores desprendidos por bajantes y cañerías. Mientras este problema afecta a toda una barriada, el anterior ejecutivo se dedicó a desviar fondos necesarios para solventar este problema hacia menesteres secundarios, tales como una piscina climatizada, la cual mostró numerosas deficiencias; a la venta de masas comunes de esta localidad, al más puro estilo de un gobierno fascista, más preocupado en intereses económicos debido a la nefasta gestión del ayuntamiento, que del bienestar de todo un barrio.

Agradeceríamos la urgente actuación del nuevo gobierno, en el que depositamos esperanzas para realizar lo que otros no hicieron, más preocupados de perpetrar sus pelotazos .PEDRO FERNANDEZ. Villanueva