WIwbarretxe no mueve ni un milímetro su plan para cambiar unilateralmente la relación de Euskadi con el resto de España. Ante eso, Zapatero reiteró que mientras él sea presidente del Gobierno el proyecto del lendakari "nunca se aprobará y jamás se aplicará". La entrevista de la Moncloa fue un duro partido de frontón sin concesiones. Zapatero subrayó que el plan Ibarretxe no se ajusta ni a la Constitución ni a las leyes vigentes. Su interlocutor amenazó con el anunciado referendo ilegal si el Congreso español lo rechaza. También desoyó la invitación a empezar de nuevo la reforma estatutaria vasca y efectuarla por la vía catalana.

El lendakari fue incorrecto al fijar un paralelismo entre su plan y lo que hace Cataluña, porque ésta redacta su Estatuto con voluntad de consenso total y respetando lo previsto por la Constitución. Y manipuló la "consulta" que quizá hagan los catalanes --que sería un legal adelanto de elecciones-- al equipararlo al referendo que él propone. No se abren vías. Al plan Ibarretxe sólo lo apoyan el tripartito vasco y Batasuna; sin un respaldo amplio en Euskadi y con oposición casi absoluta en el resto de España. Ante eso, Ibarretxe debe decidir ahora si después del partido en el frontón va a seguir corneando contra el muro.