RESPUESTA

Los conciertos en el

Museo Pedrilla

Felicidad Rodríguez Suero

Cáceres

En respuesta a la carta de don José M. Sánchez Sánchez bajo el título ´Derecho al Descanso. Un concierto en el Museo Pedrilla´, desde el Area de Cultura de la Diputación de Cáceres se quiere aclarar lo siguiente: Todos los conciertos en el Museo finalizan alrededor de las 24.00 horas. Posteriormente y ya sin impacto sonoro se recogen los equipos y el recinto queda completamente cerrado y en silencio.

El pasado viernes tuvo lugar un concierto de música folk que comenzó a las 22.30 h. y finalizó a las 24.00 h. A las 2.00 de la madrugada es imposible que se escuchara música de percusión desde el Museo Pedrilla.

Desde hace 14 años el Area de Cultura de la Diputación de Cáceres viene realizando todos los viernes de los meses de verano los Conciertos en Los Museos y nunca hasta ahora se ha tenido una queja por incumplir los horarios de descanso, con los que somos escrupulosamente respetuosos.

Consideramos que existe un mal entendido ya que la música que se pudiera escuchar a esas horas bien podría proceder de algún otro evento que se estuviera realizando en la ciudad.

OCIO NOCTURNO

Don Benito se queda sinnoches de fiesta

Angel Sánchez Sánchez

Don Benito

El Ayuntamiento de Don Benito decide agarrarse a las leyes en vez de solucionar problemas y ofrecer alternativas a los ciudadanos y a los empresarios de la localidad. Hay quejas de los vecinos por el uso masivo de terrazas y locales, y de los empresarios por el intento de ampliar el horario para hacer negocio. Don Benito ha sido en el ámbito de la fiesta nocturna un referente. Se creó un centro comercial y de ocio para instalar discotecas, bares, cines y tiendas variadas. Las autorizaciones de los locales han de expedirse tanto en el ayuntamiento como en la Junta de Extremadura y siempre se anda con ese debate. La Junta dice que los locales del centro de Don Benito y de Las cumbres pueden cerrar a las 5 de la mañana. El ayuntamiento puede hacer o no efectiva esa ley en su localidad. Hoy han cerrado ya varios locales de fiesta por culpa de los horarios. Desde que estas leyes son aplicadas, me resulta increíble ver cómo se muere un centro comercial que supuestamente mantenía la distancia respecto al casco urbano. ¿El resultado? Don Benito muere a las 5 de la mañana. ¿Las consecuencias? Toda la gente de Don Benito acabará yéndose todo el verano de fiesta en fiesta bebiendo alcohol. Ahora está de moda ir a Villanueva de la Serena por la amplitud del horario de cierre de algunos locales, y creo que el Ayuntamiento de Don Benito prefiere taparse los ojos antes que ver cómo cientos de coches cuyos conductores consumen alcohol se desplazan en carretera poniendo vidas en peligro.

pESTADO ACONFESIONAL

El Rey y Satiago

Raúl Solís Galván

Mérida

El Rey pronunció el pasado domingo un discurso ante el Apóstol Santiago, Patrón de Galicia y de España para los católicos. El Rey ha pedido al santo por el bien de España, amparándose en su fe religiosa, más que respetable, pero olvidando que en ese instante estaba hablando de la España de los españoles, y en nombre de ellos, la de los musulmanes, judíos, budistas, hinduistas, ateos, agnósticos, protestantes, calvinistas, etc. El monarca ha incumplido la Constitución Española de 1978, la que especifica en su artículo 16.3 que "ninguna confesión tendrá carácter estatal". En su alocución, don Juan Carlos ha pedido a Santiago "especial protección (...) para el conjunto de España, que siempre ha encontrado en ti el aliento para superar retos y dificultades, y para hacer realidad sus mejores ilusiones". Con estas palabras el Rey ha faltado el respeto, a los que no nos consideramos creyentes y a los que profesan otra creencia religiosa distinta a la católica, y en tercer lugar, ha ejercido el papel de un monarca de un Estado teocrático y no de uno democrático y aconfesional. Como ciudadano español merecedor del respeto de mi Jefe de Estado he percibido que quien figura en la Constitución con el rango de símbolo de la unidad nacional me ha expulsado de la Carta Magna y, por ende, de mi status de ciudadanía.