En El arte de amar, el psicoanalista Erich Fromm defendía la idoneidad de amar como si fuera un arte, no un negocio. Hay que amar, según él, sin esperar un rédito a cambio. La idea es amar por el placer de amar.

No he podido evitar recordar a Fromm cuando leía El libro del Networking, una guía de Cipri Quintas que trata de ayudar al lector a mejorar sus habilidades sociales gracias a la inteligencia relacional.

Networking es una palabra tecnológica que nos remite al marketing, pero no es este un libro sobre tecnología, redes sociales o negocios. O quizá sí lo sea, pero no directamente, porque Cipri Quintas no profundiza en las relaciones a golpe de click sino de abrazos. Así es, creo, como yo hubiera titulado el libro: El Networking de los abrazos. Y es que Quintas es un hombre que abraza mucho, porque es su manera de transmitir humanidad y empatía. Sus consejos, que son de sentido común, no hablan de monetizar, comisiones, pagos o ventas, sino de escuchar más que de hablar, atemperar el ego, mirar a los ojos, pensar de manera positiva, saludar con énfasis y, como dije antes, abrazar, abrazar sin miedo.

Cipri Quintas es un empresario, un contactador, un relaciones públicas, un abrazador (de la vida y de las personas), como demuestra en este manual sobre las relaciones sociales y humanas. Él se define como un «acomodador», pues le gusta presentar a personas que en su opinión tienen vínculos comunes.

Si el networking es la creación de una red de contactos que fomenta oportunidades del negocio, el networking de los abrazos sería más bien una red de contactos para crear amigos, sin la necesidad de que un negocio se fragüe entre bambalinas. El libro del Networking incluye los prólogos de gente famosa como David Bisbal, Susana Grisso, José Mota, Elsa Punset y Miguel Ángel Revilla, famosos que han caído bajo la calurosa red de afectos de este encantador de serpientes.