En respuesta a la carta de un lector publicada el 14 de febrero. Un señor muy indignado, sentía vergüenza de ser español porque a un preso etarra le habían rebajado la condena. Al contrario que él, me siento muy orgulloso de vivir en un país donde la justicia protege los derechos de todos, de él para expresar su vergüenza y de un preso etarra para cumplir la sentencia más justa. De vivir en una democracia donde caben todas las ideologías políticas y debieran respetarse entre ellas. Hay que considerar que el preso De Juana cumplió 18 años de condena por los asesinatos que cometió, y que el sistema judicial tiene los mecanismos para autocorregirse y procurar que las sentencias sean totalmente independientes de intereses políticos. Yo sí me siento orgulloso de vivir en España. A ese lector me gustaría recordarle, con todo respeto, que existen países donde puedes ir a la cárcel por tener una ideología política, y mal llamadas democracias, como Estados Unidos, donde todavía existe la pena de muerte en algunos de sus estados. Puede que se sintiera orgulloso de vivir en alguno de ellos.

Luis J. Bravo García **

Cáceres