Era de esperar. El Periódico de Cataluña (hermano de éste) es un medio insidioso con el nacionalismo catalán y, consecuentemente, está empeñado en desacreditar al Govern respecto a su desafío secesionista.

Es un empeño loable, sin duda, aplaudido incluso por el Gobierno español, con no ser El Periódico precisamente un diario progubernamental o, por decirlo en catalán, ‘de dretes’. Esta vez, sin embargo, ha ido demasiado lejos en su quehacer periodístico contra el separatismo catalán y quienes lo promueven, hasta el punto de poner en evidencia al jefe de los Mossos d’Esquadra, obligar a mentir al presidente de la Generalitat y dejar en ridículo al futuro ‘ministro de Interior’ de Cataluña. ¡Cómo ha podido publicar una falsedad tan grave como que el Govern tenía información sobre la posibilidad de un atentado en Barcelona, en verano y, a más a más, «específicamente en la Rambla» !Hombre, por Dios, eso no se hace¡ !Y encima con pruebas!

Aunque el periodismo es capaz de todo, no se entiende la razón de El Periódico para incriminar así al nacionalismo, como si el nacionalismo no tuviera bastante con lo que tiene, que no tiene siquiera embajada en Copenhague.

Era de esperar que El Periódico, por su renuencia al nacionalismo, hiciera incluso lo que no debe hacer, como publicar una información confidencial de la CIA alertando del atentado.

Con razón, o hasta sin ella, el presidente de la Generalitat desmentía las pruebas de El Periódico, así como el consejero de Interior decía que «el documento de la CIA ha sido un montaje para desacreditar al Govern» y el jefe de los Mossos se despachaba con un «Sí» a la pregunta de si era mentira la información de la CIA. En términos deontológico, por tanto, El Periódico debería usar ortodoncia para sus dentelladas contra el nacionalismo. Solo le ha faltado acusar a la alcaldesa de Barcelona de la falta de bolardos (cuya respuesta, por cierto, hubiera sido la misma: cosas de la CIA). Era de esperar que El Periódico diera credibilidad a lo que no lo tiene, reacio al nacionalismo y sus protagonistas. Lo que no era de esperar es que aportara pruebas.