Los concejales placentinos del PP Miguel García Pintor y Pilar Sánchez han colocado a su partido en una grave crisis al apoyar la lista propuesta por el PSOE para representar al municipio en los órganos directivos de Caja Extremadura. Esta lista está compuesta por los concejales socialistas Carmen Blázquez y Francisco Martín y por el popular García Pintor, uno de los disidentes. Se da la circunstancia de que su partido presentó su propia candidatura. Ahora, el PP los ha apartado del grupo municipal y se decide hoy si se les expulsa o no.

Este episodio es un claro ejemplo del empobrecimiento al que puede llegar la práctica política, cuyo principal protagonista es Miguel García Pintor, que se encuentra suspendido cautelarmente de militancia después de que fuera condenado por conducir ebrio y tratar de resistirse a las pruebas de alcoholemia. Pero el partido socialista no queda tampoco en buen lugar: sí ha salido victorioso de la escaramuza: ha logrado crear una grave crisis en su principal adversario y, a partir de ahora, la oposición queda muy debilitada. Ha triunfado la ´realpolitik´. Pero ¿realmente el PSOE necesita lograr debilitar a la oposición pagando el precio que supone proponer para representar al municipio a un hombre que ha sido pillado por la Guardia Civil poniendo en riesgo la seguridad del tráfico? ¿Es García Pintor el mejor representante de Plasencia en la Caja? ¿Eso creen los socialistas?