Por nada del mundo hubieras imaginado que tu amigo Alejandro se convertiría en vegetariano. Él que era un taurómaco recalcitrante, amante del rabo de toro estofado, del tostón al horno de leña y de las chuletillas de cordero a la brasa. Él, que a menudo le decía a su cuñado, alemán y vegetariano antiguo, que no sabía lo que se perdía al rechazar un carabinero a la plancha mientras lo pelaba delante de sus ojos. A lo que su cuñado respondía: «Que sepas que te estás comiendo un cadáver». Y Alejandro le replicaba con chanza: “Si pero no sabe a muerto, porque tiene un sabor muy vivo”.

Pero hete aquí que el cuñado alemán de Alejandro tenía una prima, Anke, que le robó el corazón y lo guardó bien cerradito con llave en un cajón de sus entrañas. Y como Anke es vegetariana, antigua también, comenzó a darle al corazón de Alejandro lechuga en vez de jamón y, ya de paso, le susurraba soflamas sobre proteccionismo animal. De manera que Alejandro terminó rechazando la tauromaquia y todo tipo de actos en los que se utilizan animales y sean susceptibles de que estos sufren. Tu amigo Alejandro ahora no sería vegetariano si no hubiese conocido a Anke, y ésta no le hubiese convertido en prosélito de la causa vegana.

A menudo sabemos de amigos o conocidos que cambian radicalmente su forma de vida, a nuestro parecer en algunos casos para bien y en otros para mal. Y muchas veces ocurre que lo hacen inducidos por terceras personas.

Todos nos hemos preguntado alguna vez de dónde venimos, a dónde vamos y cómo debemos ser durante el transcurso de nuestra vida. No tenemos respuestas precisas. Sin embargo existe gente que cree encontrarlas en religiones, doctrinas, métodos o hábitos y tratan obsesivamente de convencer a los demás de que sus creencias son las idóneas, las verdaderas, las que no pueden ser refutadas por nadie. A veces ocurre que ese proselitismo consigue sus fines.

Es desazonador para los seres humanos no saber de dónde venimos, quienes somos, ni a dónde vamos, pero puede ser muy perjudicial que alguien que también lo ignora consiga convencernos de que lo sabe.