Un congreso analiza en Cáceres los cambios que se derivan de la aplicación de métodos informáticos a la gestión de la farmacia y analiza los resultados que está teniendo en el SES la aplicación, desde hace medio año, de la receta electrónica. Todos coinciden en que es una mejora para médicos, a quienes descarga de tareas burocráticas, siempre en el punto de mira puesto que quitan tiempo para la atención en consulta; y para pacientes, quienes ganan en comodidad y accesibilidad. Pero, en voz más baja, admiten que la receta electrónica puede ser causante de un incremento del gasto farmacéutico, uno de los factores, a su vez, de más peso en la factura total de la Sanidad.

Comoquiera que nuestro sistema sanitario está siempre amenazado por su debilidad financiera (el gasto nunca es suficiente en el campo de la salud) bueno sería que se estableciera con la mayor exactitud posible qué gasto por exceso de prescripción de medicinas; qué ahorro en tiempo y burocracia; y qué mejora en la atención ha supuesto la receta electrónica. Solo así se podrá establecer una línea de defensa a pesar de lo que cuesta; o una línea de corrección para encontrar el equilibrio entre coste y beneficio. Controlar todos los elementos que inciden en el gasto es defender la viabilidad del modelo universal.