Roberto Iniesta (Plasencia, 1962) es el mesías musical de una buena parte de la juventud española. El Robe fundó en el verano de 1987 Extremoduro, el transgresor grupo de rock que luce el nombre de la región.

La historia de Iniesta --medio poeta y medio rockero, latiendo un descarnado corazón extremeño por mucho que se instale en Granada o Euskadi-- es de las de película. En la década de los 80 alternaba la profesión de chapista --la de su padre-- con el intento de grabar maquetas, de que todos oyesen sus radicales versos acompañados de punteos agresivos. Al tiempo escandalizaba a la Plasencia más pacata con sus investigaciones con las drogas.

Tras años de ser un ídolo clandestino, el triunfo de masas llegó con Agila (1996). A veces parece contradictorio que un grupo con un mensaje tan políticamente incorrecto --uno de sus discos se tituló Iros todos a tomar por culo -- venda tanto.

Sus influencias van desde Miguel Hernández a Manolillo Chinato , un poeta amigo suyo de Malpartida de Plasencia. Robe exhibe una lista de polémicas y declaraciones ácidas inagotable. En los últimos años intenta huir de la sensación de sentirse parte de la industria y modera sus excesos: ya no es tan habitual como antes el rumor de que se lo han encontrado muerto.

JAVIER ORTIZ