Desde UGT-Extremadura queremos convertir el día 28 de abril, XI Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo, en una jornada de recuerdo a las víctimas de los accidentes laborales y de reivindicación y denuncia de la situación que padecemos miles de trabajadores y trabajadoras extremeños.

Razones nos sobran. El pasado año fue nefasto para treinta y ocho trabajadores extremeños, que desgraciadamente ya no estarán con nosotros. Veintinueve de ellos perdieron su vida en su centro de trabajo, fundamentalmente por falta de medidas de seguridad, que sin duda, de haber existido, hubieran evitado esas veintinueve muertes. El resto, nueve, se produjeron in itínere (al ir o al volver del trabajo), una cifra demasiado elevada que requiere de un estudio riguroso sobre sus causas y que reiteradamente demandamos al Gobierno regional por ser una medida contenida en el Plan de Actuación que aún está sin ejecutar.

En lo que va de año, hemos rebajado sensiblemente las cifras de accidentes mortales, de nueve a tres registrados hasta marzo, pero esto, en numerosas ocasiones depende de la suerte. Un ejemplo es el accidente acaecido hace pocos días en la mina Aguablanca de Monasterio cuyo resultado fue grave; el mismo accidente (vuelco de un camión dumper) en la cantera de Cipriano Gallego en 2005 acabó con el fallecimiento del trabajador que conducía el camión. En los dos accidentes se incumplieron las medidas de seguridad.

Cuando se cumplen diez años de la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, no tenemos por menos que realizar un balance desigual; es la cara y la cruz de la prevención: por un lado, hemos aumentado los medios técnicos, humanos y de infraestructuras preventivas de los que carecíamos, y conseguido un importante avance en el reconocimiento social del derecho a la salud y la seguridad. Del otro lado, en negativo, tenemos que denunciar que hay demasiadas cosas que siguen igual: el incumplimiento flagrante de la norma por parte de los empresarios, la Inspección de Trabajo sigue sin disponer de los medios humanos y técnicos para desarrollar una labor eficaz en la lucha contra la siniestralidad; los Servicios de Prevención insisten en su enconada lucha por conseguir cuotas de mercado a costa de lo que sea, rebajando precios en la prestación de un servicio donde la calidad y la rigurosidad debería ser su primer objetivo. Si a ello unimos la persistencia de problemas en nuestro mercado laboral, como son la precariedad, la temporalidad, la excesiva subcontratación y la falta de participación de los representantes de los trabajadores en las decisiones que en materia preventiva adoptan las empresas, no nos debe de extrañar que sigamos con un problema que día a día se enquista, sin solución en nuestra sociedad.

XNUESTRO DEBERx como organización sindical es seguir luchando y reivindicando un cambio sensible de esta realidad. Fruto de esta demanda, recibimos satisfactoriamente que la Fiscalía General del Estado haya atendido una de las principales exigencias del sindicato, con el nombramiento de un Fiscal Coordinador de Siniestralidad Laboral. Este podrá impulsar políticas activas, coordinar el funcionamiento entre las distintas figuras similares creadas a este efecto en diferentes comunidades autónomas y dotar de los medios necesarios para exigir el cumplimiento de la legislación. En Extremadura no podemos ser menos, y es por ello que desde la UGT exigimos la creación de una fiscalía especializada en siniestralidad que ayude a frenar los accidentes laborales, y que sin duda, tendrá un carácter disuasorio muy importante.

También destacar, en positivo, la habilitación de los técnicos del CESSLA lo que supondrá un refuerzo importante en las tareas de inspección. Dicho esto, y sin desmerecer los esfuerzos realizados por la Dirección General de Trabajo en este tema, desde la UGT entendemos que la Administración regional debe prestar una mayor atención a las políticas de salud laboral, así, nuevamente, demandamos y exigimos la evaluación de las medidas contenidas en el Plan de Actuación, así como colocar la prevención de riesgos laborales en primera línea de la actuación política de la Consejería de Economía y Trabajo.

La siniestralidad laboral sigue siendo un problema, donde hay cosas que nunca cambian: las víctimas siempre caen del lado de los trabajadores y trabajadoras.

*Secretario de Salud Laboral

UGT-Extremadura