Secretario de UGT de La

Vera y Campo Arañuelo

La Mesa del Tabaco acordó las fechas, lugares de los encierros y las manifestaciones que se llevarán a cabo en protesta por la propuesta de reforma presentada por la Comisión Europea a instancias del comisario Fischler. A estas alturas sobran todo tipo de explicaciones y razones para rechazar una reforma que pretende la muerte lenta y paulatina de un cultivo del que dependen más de 25.000 familias. Somos conscientes de la negativas repercusiones que la reforma de la OCM del tabaco va a tener en el desarrollo regional en y, en especial, para las comarcas de Campo Arañuelo y la Vera. UGT ha realizado una reflexión prudente pero rigurosa al respecto, haciendo coincidir el momento actual de la OCM del tabaco, la situación actual de España y las relaciones de los estados miembros de la Unión Europea. Y las conclusiones no son nada halagüeñas. Por un lado, inmerso como está en las próximas elecciones generales, el Gobierno español carece de la fuerza necesaria para impedir cualquier veto ante sus socios en la UE. Por otro lado, la alianza con EEUU en la guerra de Irak nos ha puesto en una difícil situación ante los dos grandes ejes económicos de Europa: Francia y Alemania. Pero hay más.

Si tenemos en cuenta que Grecia, Italia y España son los grandes productores de tabaco de la UE y que su peso económico y político es relativo frente a los demás miembros, podemos hacernos una idea de la débil presión que estos tres países podrán ejercer para que la futura OCM fuera favorable no sólo para los intereses de España, sino también para Grecia e Italia.

Por otra parte, las campañas que desde la Organización Mundial de la Salud y desde el Ministerio de Sanidad se están llevando a cabo resultan absolutamente engañosas, ya que están dirigidas hacia la disminución del consumo de tabaco y sus consecuencias para la salud, pero en ningún momento prohíben su uso, ni la fabricación de cigarrillos, lo cual resulta ser una asombrosa hipocresía. Cabe además resaltar que el gobierno español recauda, vía impuestos, más de un billón de las antiguas pesetas y que producimos 40 millones de kilos de tabaco, pero el consumo asciende a 80 millones de kilos en nuestro país; el resto procede de terceros países.

Estas contradicciones nos hacen sospechar que las multinacionales del sector están presionando a los estados productores de tabaco para que no veten la futura OCM, no para reducir su consumo, sino más bien al contrario: para aumentar sus beneficios a costa de implantar el cultivo en otros países que se incorporarán a la UE y donde los costes de producción son mucho más baratos.

No debemos olvidar que en países como Holanda y Bélgica, que gozan de un bienestar social superior a la media europea, tienen sus sedes algunas multinacionales tabaqueras y que en estos momentos estos países se han mostrado públicamente partidarios de Fischler en cuanto a la reducción y su posterior eliminación de las ayudas a los productores.

Ante este panorama tan poco halagüeño, no debe sorprendernos, aprovechando que estamos en precampaña electoral, que algún político de Madrid se acerque por Extremadura para echar toda la culpa a la propia Junta y así llevarse unos cuantos votos para su partido. Desde UGT sólo vemos una solución: presión y movilización social. Defendemos la permanencia del cultivo en la región y abogamos por el mantenimiento del sistema de apoyo económico que hasta ahora han venido percibiendo los productores. Mientras tanto, como no podía ser de otra forma, apoyaremos cuantas movilizaciones sean necesarias.