TLto importante es que lleguen las vacunas cuanto antes. No hay llamamientos a la calma, por parte de autoridades o especialistas, que puedan compensar la inquietud creada por el goteo de muertes de gente muy joven, que se ha producido estos dos meses. El comienzo de la campaña de vacunación contra la gripe H1N1 será lo que, de verdad, tranquilice a la ciudadanía frente a los riesgos de esta enfermedad. Incluso la frase que acompaña a la noticia de la defunción de: "padecía patologías previas" contribuye a la inquietud porque lo poco que se cuenta, por expreso deseo de la familia, no parece revestir la gravedad suficiente como para no superar una gripe. Lo cierto es que, frente a Italia y Alemania donde no se han producido ningún fallecimiento, en España ya han muerto 16 personas víctimas del virus de la gripe A y de ellas tres embarazadas. El dato pone en cuestión si los hospitales públicos están atendiendo con la suficiente celeridad a los contagiados; si el protocolo de diagnóstico funciona o se les manda a casa y cuando reingresan es demasiado tarde. El próximo lunes Sanidad y las comunidades autónomas fijarán las prioridades a la hora de recibir la ansiada vacuna. Si se sigue el acuerdo adoptado en la UE serán las embarazadas, los sanitarios y los enfermos crónicos, los primeros en recibirla. Lo peor que podría ocurrir es que surgieran las discrepancias y unas comunidades decidieran empezar por los docentes, otras por los taxistas y otras por los sanitarios porque el contagio general quedaría garantizado.