Responsable de Atención Especializada de la FSP-UGT

La celebración, este año, del Día Internacional de la Enfermería pasa inevitablemente por el recuerdo y la valoración del significado de los XXV años de la Enfermería en la Universidad. Fue en 1977, cuando el Gobierno mediante Real Decreto 2128/77 integró las antiguas Escuelas de Ayudante Técnico Sanitario (ATS) en las actuales Escuelas Universitarias de Enfermería. Este hecho permitió, en primer lugar, la recuperación del término histórico y mundialmente aceptado de enfermera-o , y la transformación de una profesión paramédica en un modelo de referencia médico-dependiente a una profesión autónoma basado en los cuidados integrales a los ciudadanos y con modelos de referencias propios de enfermería.

La entrada en la Universidad española ha permitido que las enfermeras docentes pudieran ser profesoras titulares, creándose los departamentos de Enfermería en las Escuelas Universitarias y transformándose los antiguos programas de estudios, basados en las técnicas, hacia una nueva práctica profesional que no solamente contemplara la función asistencial sino también las funciones docentes, administradoras y de investigación.

Otro aspecto importante para nuestra profesión fue la regulación mediante el Real Decreto 992/1987 de las especialidades de Enfermería, recogiéndose como tales las especialidades de: Pediatría, Salud Comunitaria, Cuidados Especiales, Geriatría, Gerencia y Administración, Obstétrico-ginecológica y Salud Mental, aunque solamente estas dos últimas han sido desarrolladas.

El importante desfase entre los conocimientos adquiridos en las Escuelas Universitarias de Enfermería y la práctica del ejercicio profesional permitió la aparición del Real Decreto 521/1987 en el que por primera vez, en el Sistema Sanitario Público Español se reconocía a la dirección de enfermería al mismo nivel que la dirección médica y la dirección de gestión, lo que facilitó que la práctica enfermero penetraran en los hospitales públicos, permitiendo que la presencia de enfermero en puestos de responsabilidad fueran una realidad que no permite marcha atrás. También el nacimiento del modelo de atención primaria permitió a las enfermeras demostrar sus habilidades en el cuidado de las personas, familias y la comunidad.

Aunque probablemente los mayores logros se han conseguido en las actividades asistenciales: la adopción de medidas propias de la enfermería que actúan de guías diarias de los profesionales, la normalización del proceso enfermero como instrumento de trabajo, la aceptación de un lenguaje común, se han convertido en herramientas cotidianas de trabajo y que bien pudieran considerarse como un ejemplo de evaluación de lo que ha supuesto los veinticinco años de Enfermería en la universidad. No obstante, y a pesar de que los logros conseguidos en este periodo son importantes, creemos que existe un largo camino por recorrer. Así desde el Sindicato de Enfermeros de la Unión General de Trabajadores (UGT) reivindicamos la Licenciatura propia en Enfermería que nos dé acceso al segundo ciclo universitario y nos posibilite el doctorado en nuestra profesión. Consideramos se debe completar el desarrollo de las Especialidades de Enfermería, iniciadas en 1992 con las matronas y posteriormente en 1998 con la Enfermería en Salud Mental. Desde el punto de vista profesional no podemos olvidarnos de la implantación en la Sanidad Pública de un modelo de carrera profesional, que facilite la motivación y el desarrollo de las enfermeras sin apartarnos de las actividades asistenciales.

Para finalizar, el Sindicato de Enfermeras-os de la UGT, considera que las enfermeras debemos seguir exigiendo el lugar que nos corresponde dentro del sistema sanitario público, perpetuando las cuotas de autogobierno logradas hasta el momento, desarrollando las nuevas formas de hacer Enfermería y transmitiendo a la sociedad la imagen profesional que espera de nosotras.