A finales del año pasado, se produjeron tres incendios en establecimientos hosteleros de la ciudad. En uno de ellos, los bomberos utilizaron una manta apagafuegos, un elemento novedoso para el sector, que se puso en contacto con el ayuntamiento para pedir información sobre cómo prevenir incendios y cómo actuar si se producen. Así, gracias a la Concejalía de Empresa, el servicio de incendios de la Diputación Provincial y los hosteleros, ha surgido una campaña de información y formación que los bomberos dedicarán al sector.

La concejala de Empresa, Sonia Grande, explicó ayer que está abierta a bares, restaurantes y hoteles y que consistirá en talleres "formativos e informativos sobre cómo actuar en caso de incendio en la hostelería". El primer taller, con diez hosteleros ya inscritos, se realizará mañana en el parque de bomberos y habrá otros los días 11, 13, 17, 19, 23, 25 y 31. Los interesados deben apuntarse en la agencia de desarrollo, ubicada en la plata baja de la biblioteca municipal, para organizar los grupos.

En cuanto al contenido de los talleres, el jefe del gabinete técnico del Sepei, Manuel Iglesias, explicó ayer que primero habrá una charla sobre prevención y mantenimiento de las cocinas y después, la parte práctica, con fuego real y situaciones que pueden ocurrir en el trabajo hostelero diario. Les enseñarán el funcionamiento de la manta apagafuegos y del extintor "para que el incendio no llegue a más".

Sobre la primera, dijo que es como un paño de cocina de mayor tamaño y de un material específico para estos fuegos, que va dentro de una caja que se coloca en la pared y permite cubrir el cuerpo "porque con un paño de cocina te puedes quemar los antebrazos". Subrayó su efectividad porque "puede apagar un fuego en un minuto y sin ningún riesgo para la persona ni daño para la cocina". Es más, en su opinión, en todas las casas debería haber una. Dijo que cuestan entre 15 y 20 euros y que se pueden encontrar en ferreterías y centros comerciales.

Iglesias hizo hincapié en la prevención, tanto en hostelería como en los hogares, y recomendó instalar detectores de humos, gas, o monóxido de carbono en función de lo que se utilice. "Son importantes sobre todo por la noche".

Por parte de los hosteleros, Juan Castellano dijo de los talleres que son "muy importantes para los que tenemos cocina y trabajamos con gas porque nos puede salvar la vida".