La escasa iluminación en las calles favorece que los ladrones campen a sus anchas y no puedan ser identificados. Es lo que opinan los comerciantes del centro, cuya sensación de inseguridad ha aumentado tras el reciente robo a una joyería de la calle del Sol, por lo que se han vuelto a plantear como medida de protesta apagar las luces de los escaparates de sus tiendas.

No es la primera vez que piensan en este sistema para quejarse al ayuntamiento por la falta de iluminación en la vía pública, aunque de momento nunca lo han puesto en práctica. Sin embargo, los numerosos robos en domicilios, coches y comercios que se han producido en los últimos meses les han llevado a pensar de nuevo en esta medida porque creen que los cacos se aprovechan de esta deficiencia. La gota que ha colmado el vaso ha sido el robo a la joyería Rodiel y precisamente uno de sus propietarios hizo hincapié en la escasa iluminación, que hizo imposible identificar a los ladrones, que grabó una cámara de seguridad.

POCA VIGILANCIA POLICIAL

El presidente de la Asociación de Comerciantes Zona Centro, José María Pérez, respaldó al comercio en sus quejas por la iluminación, aunque advirtió que se va a arreglar en breve gracias a la mediación de la asociación. Sin embargo, los comerciantes también apuntan a la escasa vigilancia policial como responsable de los robos. Consideran que no hay suficientes agentes de la Policía Nacional vigilando, aunque son conscientes de que se debe a la falta de personal y no a una cuestión de dejadez.

Mientras estudian la puesta en marcha de la medida de protesta, comerciantes pertenecientes a la Federación Empresarial Placentina y la Cámara de Comercio manifestaron que van a trasladar las quejas a los responsables de ambas organizaciones empresariales.