La historia de uno de los particulares afectados por la paralización de licencias de obra en Ciudad Jardín es un ejemplo de por qué es necesario desbloquear cuanto antes el asunto. Se trata de un joven que prefiere no dar su nombre y que está obligado a moverse en silla de ruedas. Su ilusión era poder vivir en una casa adaptada a sus necesidades, por eso, desde hace cuatro años, cuenta con un proyecto para construir una vivienda en Ciudad Jardín.

Como la paralización de licencias lo impide, ahora vive en un segundo piso, con altura de un tercero y con un ascensor que "como suele pasar, algunas veces falla y me he visto obligado a quedarme en casa sin poder salir o en la calle hasta que lo han arreglado".

Además, explica que "hay partes de la casa a las que no puedo acceder porque la silla de ruedas no puede pasar" y afirma que, si hiciera reformas "me costarían casi tanto como la casa nueva".

Por eso sigue esperando y se siente "muy frustrado porque mi ilusión era tener una casa sin barreras y se me vino el mundo encima".

De ahí que pida una solución urgente, aunque se pregunta: "¿Cuánto tiempo necesitan si ya llevan más de tres años" y considera que "no se valoran nuestras necesidades, hay empleados de constructoras pequeñas en el paro".