El colectivo de propietarios de varios terrenos agrícolas situados en Calamonte, en los alrededores de una zona conocida como el Pilón, han denunciado en el ayuntamiento de la localidad, en el de Mérida y en la policía local calamonteña robos de frutas, y señalan como posibles causantes de los hurtos a las ciudadanos rumanos asentados de forma presuntamente ilegal.

Uno de los vecinos afectados por estos robos, Pedro José Rodríguez, explicó que llevan sufriendo los hurtos tres meses, pero sobre todo "desde que ha comenzado la campaña de fruta". Precisó que sustraen melocotones y otros frutos cuando aún no están lo suficientemente maduros de manera que nadie les saca provecho. "Algunos vecinos se han tenido que quedar por la noche en el campo porque se llevan las sandías verdes y hacen un daño increíble", añadió.

En cuanto a la sospecha sobre la autoría de los hurtos, otro vecino de la localidad, Miguel del Hoyo, afirmó que "son los únicos que andan por la zona", a lo que añadió que los demás son todos vecinos, que se conocen hace muchos años y "no se toca nada de nadie", puntualizó.

Por otro lado, las personas que se han asentado en la zona de Calamonte, cerca de 30, según el alcalde, son de procedencia rumana. La situación en la que viven es de extrema pobreza. Una de las inmigrantes, Finishana Luminitza, afirmó no tener "dinero para comprar comida". Tampoco tienen casa y viven en unas condiciones higiénicas ínfimas.

El alcalde de Calamonte, Salvador Alvarez, señaló que están tomando las medidas que marca la ley y ya han avisado a la Delegación del Gobierno, Guardia Civil, Policía Nacional e incluso han hablado "con el propietario de uno de los terrenos, que es del término de Mérida para que denuncie la situación".