El día a día de los vecinos de Mirandilla transcurre con tranquilidad absoluta tras los sucesos del día 16, pero la presencia policial permanece, según informa el alcalde, José María Carrasco, a la agencia Efe, y una semana después de que 200 vecinos intentaran linchar a una familia del municipio por tener atemorizada a la población, lo que obligó a la Guardia Civil a desplazar a medio centenar de agentes al lugar, donde uno de los familiares respondió a la agresión con tiros de escopeta hiriendo a tres personas. El alcalde aclara que el dispositivo de vigilancia habilitado desde entonces está siendo efectivo y que, aunque se ha reducido, "todavía es importante". En cualquier caso, apostilla que los vecinos se encuentran "muy tranquilos".