Antonio Paniagua, un hombre de 66 años, que estaba soltero y vivía solo en su domicilio, un bajo del número 4 de la calle Francisco Pizarro, en la localidad de Talavera la Real, fue hallado muerto por su hermana, que acudía a diario a llevarle la comida a mediodía. Ayer fue, como hace habitualmente, pero al entrar en la casa después de abrir con su propia llave, se encontró a su hermano, según testimonios de varios vecinos, sobre un "un gran charco de sangre".

El cuerpo de Antonio, a quien llamaban 'Colombo', estaba maniatado y presentaba un golpe en la cabeza, según confirmó la Guardia Civil, encargada de la investigación como policía judicial; si bien un vecino manifestó a este diario que "creo que tenía un corte en el cuello", pero sobre este punto, la Guardia Civil no se pronunció.

La Delegación del Gobierno solo confirmó a primera hora de la tarde el hallazgo del cuerpo sin vida de un hombre en su domicilio, pero conforme avanzó la tarde, la propia Guardia Civil confirmó que se trataba de una muerte violenta y que se abrió una investigación por un presunto homicidio.

Los hechos ocurrieron entre las 13.45 --según los vecinos de Antonio-- y las 14.10 horas, según la Guardia Civil, cuando Isabel, su única hermana, lo visitaba para llevarle la comida como hacía todos los días. La puerta estaba cerrada pues ella abrió con sus propias llaves, y cuando entró en la casa se encontró el cuerpo ya sin vida. Enseguida acudió "muy alarmada, gritando que habían matado a un familiar", a la policía local, que a su vez informó a la Guardia Civil.

Una vez personada ésta en el domicilio donde ocurrió el suceso, acordonó las dos extremos de la calle, mientras que el juez de guardia y el forense acudían al lugar para, horas después, ordenar el levantamiento del cuerpo y su traslado al Instituto de Medicina Legal, para practicarle la autopsia.