Los alcaldes de Calamonte y Arroyo de San Serván, Eugenio Álvarez y Eugenio Moreno, términos municipales junto al de Mérida que se han visto afectados por el incendio forestal declarado ayer, han coincidido en afirmar que se vivieron horas muy tensas y han subrayado la labor de los efectivos de seguridad y extinción.

"Han sido momentos muy duros y todos hemos estado muy nerviosos", ha afirmado Moreno, una opinión que comparte el alcalde de Calamonte. Ambos mandatarios municipales se han desplazado desde primera hora de esta mañana, "y casi sin dormir", al centro de coordinación instalado junto a la ermita de San Isidro.

Moreno ha manifestado que el término municipal de Arroyo de San Serván, donde se inició el fuego, según ha apuntado, "viene sufriendo este proceso de quemar la sierra" desde hace varios años.

"Lo más importantes que no ha habido daños personales y eso es lo más importante", ha manifestado . "No me tiene sin cuidado que el fuego haya arrasado muchas tierras, pero lo que más nos preocupaba eran las vidas humanas", ha agregado.

Las viviendas ubicadas en la zona son de "fin de semana" o de personas "que solo vienen por la mañana a cuidar sus tierras o sus animales", ha dicho el alcalde de Calamonte, una circunstancia que hizo que anoche no hubieran muchos vecinos en las viviendas.

Ambos alcaldes han agradecido a la Junta de Extremadura, a la Guardia Civil y a la Policía Local de ambos municipios el trabajo desarrollado, así como a las distintas entidades de extinción de incendios y socorrismo.

"Todos han sido unos jabatos", ha manifestado Eugenio Álvarez.