Todo parecía normal durante la clausura de la IV escuela taller Los Barruecos, sin embargo, momentos después de finalizar el guión previsto apareció notas repartidas por la vía pública donde se dice literalmente, "que así lo corroboran los abajo firmantes", lanzan duras acusaciones a los responsables de la escuela, en particular a los monitores por haber hecho dejación de sus funciones, abandonando el lugar de trabajo sin dejar aviso en qué sitio podrían ser localizados.

Según el texto, "durante la segunda quincena de agosto, sólo dos alumnas --la escuela estaba cerrada por vacaciones-- han tenido que llevar a cabo la tarea total del taller sin que en ningún momento recibiesen ayuda de la dirección, careciendo de medios para realizar su labor", afirman en la nota.

Más adelante cargan duramente contra la dirección señalando "que una de estas alumnas fue sancionada por considerar dirección que no había efectuado el trabajo encomendado, una sanción injusta a todas luces". En cuanto a riesgos laborales denuncian que alumnos menores conducen vehículos y trabajan en tejados con 4 metros de altura sin ningún tipo de protección.

En un de los epígrafes acusan a algún monitor de enfrentamientos verbales violentos hacia ciertos alumnos, además de hacer juicios descalificatorios.