Lleva la música en la sangre y es algo que le viene de familia. Desde los siete años --ahora tiene 78-- vive involucrado en el mundo de las bandas de música. Antonio Flores, siguiendo los pasos de su padre, es el actual director de la Banda de Música Municipal de Trujillo. Por sus 27 años al frente de esta formación musical recibe hoy un homenaje. Será justo antes del habitual concierto sacro que ofrece la Banda cada viernes santo, en el Teatro Gabriel y Galán, a las 12.00 horas. Allí, se descubrirá una placa en su honor.

Esta afición y también profesión la ha compaginado con su carrera como militar, lo que le ha permitido formar parte de las mejores bandas militares del país. Si bien se especializó en saxofón en el Real Conservatorio de Madrid, también le gusta tocar el clarinete y la flauta, aunque está claro que lo que mejor se le da es la batuta.

¿Cómo recibe este homenaje?

Para mí es un honor que me homenajeen por algo que me gusta tanto como es la música, y a lo que he dedicado tantos años. Es algo bastante sacrificado y para lo que hay que tener mucha sensibilidad.

¿Es difícil atraer a las nuevas generaciones a la banda?

Sí, sobre todo a los adolescentes, porque cuando hay ensayos o conciertos ellos se tienen que quedar mientras los amigos se divierten, por eso te tiene que gustar mucho y saber que es algo sacrificado pero gratificante

¿Las bandas de música también deben adaptar su repertorio a los nuevos tiempos?

Aquí también hay que innovar y estar siempre al día y pendiente de los nuevos temas de moda para adaptarlos, por eso es importante que haya un contacto con los jóvenes. Además, hemos hecho conciertos didácticos para acercar la banda a los niños, conciertos de bandas sonoras de películas, y hasta hemos tocado disfrazados.

¿Cuál es el ambiente dentro de la banda?

Somos como una familia y estamos abiertos a todo el que quiera entrar, sin distinción. De hecho, entre los cerca de 40 componentes, de entre 10 y 60 años, hay músicos de nacionalidad rumana, japonesa y árabe. Además, no nos gusta competir, por lo que tratamos de hacerlo lo más dignamente posible, con ilusión y corazón. Y sobre todo hay que pasarlo lo mejor posible, aunque me enfade alguna vez que otra.

¿Cuál es su pieza preferida?

Siempre estoy deseando tocar el Himno a la Virgen de la Victoria, patrona de Trujillo. Para mí y para toda la banda es un honor. Soy un gran devoto y mi padre me enseñó que Trujillo y su Virgen son lo más hermoso.

¿Hasta cuándo seguirá al frente de la banda?

Son ya muchos años y yo ya he hecho todo lo que tenía que hacer en la banda. Ahora me gustaría poder dejarlo en manos de alguien que sea sensato, ame la música y sepa adaptarse a Trujillo.