El Tribunal Supremo ha confirmado la anulación de una sanción disciplinaria que le fue impuesta a un sargento de la Guardia Civil por denunciar a una niña de 9 años como cabecilla de los actos de protesta en contra del Ayuntamiento de Aliseda, por celebrar las fiestas del Emigrante en agosto del 2002.

La Sala de lo Militar así lo establece al haber desestimado el recurso interpuesto por el abogado del Estado en contra de la sentencia del Tribunal Militar Territorial Primero, que ya anulaba la sanción de pérdida de un día de haberes que le fue impuesta al sargento como autor de una falta leve, "por negligencia en el cumplimiento de sus obligaciones profesionales".

El sargento denunció a la menor por participar "increpando a las masas e incitar y proferir insultos contra los agentes de la autoridad y al alcalde".

SENTENCIA El Supremo considera que "no puede entenderse" que con esta denuncia el sargento "vulneró las prescripciones de la ley reguladora de la responsabilidad de los menores, ya que no exigió ni pudo exigir responsabilidad a la citada menor".

La "inadecuada" referencia a una menor en las actas de denuncia elaboradas por el sargento en las que se describen los actos de protesta por parte de algunos vecinos de la localidad de Aliseda, participantes en una manifestación "no autorizada", no puede considerarse como susceptible de constituir la falta disciplinaria imputada.

El Supremo expone que la actuación del sargento no vulneró lo dispuesto en la Ley del Menor, ya que la autoridad "se limitó a poner en conocimiento de las autoridades competentes la realidad de unos hechos acaecidos y serán tales autoridades las que determinarán las personas responsables de estos hechos".

El alto tribunal estima que la sentencia recurrida por el abogado del Estado "ha de considerarse plenamente ajustada a derecho", al entender que las resoluciones sancionadoras "vulneraron el principio de legalidad".