Situado en la falda de la montaña de la sierra de Carbajo, es un pequeño pueblo de la zona más al oeste de la provincia, asentado a los pies de la sierras de Santiago, y que presenta muchas características mencionables. Así, de su patrimonio artístico destaca sobre todo la existencia de una interesante construcción barroca levantada en el siglo XVIII, la iglesia parroquial de Santa Marina, edificada junto a la plaza Mayor en forma de cruz latina.

De su paisaje, por otra parte, destacan las encinas, los alcornoques y los olivos, pero también abundan jaras, tomillos y arbustos de secano. Es destacable la abundancia de pajarillos y aves. Asimismo, la práctica de la caza mayor es notable por la existencia de ciervos, jabalíes y zorros. La sierra de san Pedro y el Tajo son enclaves faunísticos de gran valor para el águila imperial, lince, lobo o cigüeña negra.

Carbajo, localidad en la que predomina la serranía con abundancia de grandes bosques de encinares y excelentes alcornocales, es, igualmente, un hábitat magnífico para numerosos rapaces que viven y aletean entre los bosques de estas tierras.

Una de las actividades que se practica en estas zonas adehesadas es la saca del corcho, que cambia de color los troncos de los abundantes alcornocales que acompañan en buena parte del recorrido, continuando este paisaje a ambos lados de la raya entre dehesas y bosques.

PRODUCTOR QUESERO De su variada gastronomía, subrayar el aceite y el queso, para cuya elaboración cuenta con dos fábricas, premiadas en ferias internacionales. Sus vecinos presumen también de ser especialistas en elaborar, dicen, la mejor chacina de la comarca. No obstante, sobre todo hay que destacar su aceite que ha mejorado con la construcción de la almazara.

Una de sus fuentes de ingresos proviene precisamente de su excelente territorio, muy apreciado por los cazadores que lo tienen como un enclave privilegiado para organizar cacerías. En la estación invernal se montan distintas monterías donde cazar principalmente ciervos y jabalís.

Otra salida, es la promoción de la ruta por la Raya hacia el norte, que en su recorrido por Carbajo y otros pueblos permite conocer una variedad de paisajes sorprendente, donde dominan los bosques de encinares y alcornocales, así como zonas ribereñas de los ríos Tajo y Gévora, al tiempo que dólmenes prehistóricos jalonan gran parte del recorrido, al igual que importantes muestras del patrimonio del oeste extremeño tan ligado a Portugal. La gastronomía, el folclore y el patrimonio coincide a ambos lados de la frontera, en un especial intercambio.