El expresidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, recibió anoche el primer premio a la Solidaridad otorgado por la Fundación Valhondo Calaff en el transcurso de un acto que tuvo como escenario el Centro de Atención a Minusválidos Físicos de Alcuéscar.

En realidad el galardón fue un reconocimiento del colectivo de discapacitados a un hombre que "impulsó políticas sociales para los colectivos más desfavorecidos", según destacó el presidente del patronato de la fundación, Fernando Solís. Ibarra estuvo arropado por decenas de amigos y viejos conocidos de su etapa presidencial, como el ex presidente de la Asamblea, Federico Suárez; los exalcaldes de Cáceres, José María Saponi y Carlos Sánchez Polo; el exrector de la Universidad de Extremadura, César Chaparro, o el exsecretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera.

Ibarra no ocultó su satisfacción por las políticas sociales desarrolladas durante su mandato y desarrolló un fino humor.

"Según mi mujer, ahora los mítines los pego en casa porque no tengo donde darlos", dijo tras recoger el premio, consistente en un cuadro pintado por un residente del centro, un diploma, un busto y una dotación económica. Ibarra dijo que está escribiendo un libro "que tendrá cierta parte de venganza para los que me quisieron echar y no pudieron", y aclaró que no se refería a ningún político.