Un alumno que viajaba en los asientos delanteros explicó ayer que el conductor del autobús había recibido con anterioridad la queja de varios compañeros de ruta que le habían pedido que disminuyera la velocidad en los trayectos.

Pero ayer se dio una circunstancia excepcional, pues según este joven, el conductor recibió a las 8.15 de la mañana, cuando se encontraba en Arroyomolinos, una llamada del propietario de la empresa Solís Tour, S.A. advirtiéndole que debía estar a las 8.30 en Montánchez. Eso hizo que el autobús tomara una velocidad, si cabe, mayor que la de anteriores ocasiones.

"Ha adelantado a dos coches y había delante un tractor y una (furgoneta) Citröen C-15; ha visto que no tenía hueco entre el tractor y uno de los coches que había adelantado por lo que no le ha quedado más remedio que seguir adelantando, entonces se le ha cruzado la C-15, que giraba a la izquierda para meterse en un camino, y se la ha llevado por delante", relató el chico.

Los escolares cayeron a la cuneta de la carretera, "casi al lado del cementerio". Tras el vuelco del autobús, muchos de los chicos, presas del pánico, comenzaron a llorar y algunos fueron presas de los nervios.

"Corre mucho siempre y hemos tenido bronca con él porque no frena en las curvas y va muy deprisa", relató el chico, que ayer, como todos sus compañeros, no fue a clase tras el accidente.