Cientos de vecinos de Moraleja asistieron el sábado al entierro del joven Juan Carlos Roncero, asesinado hace unos días en Brasil por unos delincuentes que lo atracaron cuando estaba de vacaciones junto a su mujer y unos amigos. El funeral en su memoria se celebró en la iglesia de la Piedad, con dos horas de retraso, ya que la familia exigió poder ver los restos del fallecido.

El consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, autorizó que la familia pudiera abrir el féretro precintado y reconocer así el cuerpo del fallecido, tras la mediación de la alcaldesa de localidad, Teresa Roca, según informó la emisora Radio Interior y recoge Europa Press.

En este sentido, cabe recordar que el viernes cuando llegaron los restos mortales de Juan Carlos Roncero a Moraleja, la familia solicitó ver el cadáver antes de darle sepultura, ya que según la viuda de la víctima, en Río de Janeiro ningún familiar estuvo presente cuando se precinto el cuerpo de Roncero antes de partir para España. El juez de guardia del Juzgado número 2 de Coria negó la autorización para que se abriera el féretro. La madre del fallecido rechazaba celebrar el funeral sin ver antes a su hijo.