Marcelino Arias, vecino de la localidad cacereña de Villasbuenas de Gata, de 78 años, falleció el sábado por la noche en el hospital San Pedro de Alcántara de la capital cacereña, donde permanecía ingresado desde el pasado 21 de noviembre tras ingerir una seta muy venenosa. El funeral se ofició ayer en este municipio de la Sierra de Gata, según informó a la agencia Efe el alcalde, Luis Mariano Martín.

Martín aseguró que la población está muy "conmocionada" por este fallecimiento, ya que, con sólo 540 habitantes, Arias "era como alguien de la familia". El alcalde indicó que la intoxicación fue fruto de la "mala suerte", ya que esta localidad, por su clima, es muy setera, nunca había muerto nadie por esta causa y el anciano, además, era un hombre de campo de toda la vida. Asimismo, subrayó que el fallecido siempre comía el mismo tipo de seta, los parasoles, que recogía en un cercado de ganado de su propiedad. En esta ocasión, entre ellas se mezcló una seta muy parecida a los parasoles, la microlepiota que, según el alcalde, tiene el mismo veneno que la famosa amanita faloides, pero en mayor cantidad.

Se da la circunstancia de que el fin de semana del 20 de noviembre en el que se produjo la intoxicación, Villasbuenas acogió unas jornadas micológicas con importantes expertos, en la que, recordó el regidor, se habló de la seta que ha causado la muerte a este hombre.

Aquella noche, al sentirse mal, el hombre se dirigió al Hospital Ciudad de Coria y de allí fue trasladado de urgencia al centro hospitalario de la capital cacereña, donde ha permanecido ingresado hasta su fallecimiento. El anciano vecino de Villasbuenas estaba casado y tenía dos hijos, informa Efe.