Los efectivos del Seprona de la Guardia Civil procedieron a la investigación de tres personas como supuestos responsables del incendio forestal declarado el 8 de agosto en el paraje denominado 'El Cabezo' de la localidad cacereña de Alcántara, en el que ardieron unas cuarenta hectáreas de terreno pobladas de monte bajo y eucaliptos.

Según ha informado la Guardia Civil, el fuego, declarado en las proximidades del Puente Romano, obligó al corte del tráfico en la carretera que cruza el monumento y de las líneas de alta tensión de la presa hidroeléctrica.

Asimismo, forzó la interrupción del suministro eléctrico en la población y exigió para su extinción la actuación de siete retenes y cinco helicópteros del Plan de Lucha contra Incendios Forestales de Extremadura.

Las investigaciones de la Guardia Civil establecieron entonces que el siniestro se inició debido a un comportamiento de carácter "imprudente" en los trabajos de desbroce en época de peligro alto de incendios.

En concreto, sus responsables "incumplieron las condicionantes de las autorizaciones, produciéndose una fricción entre el disco metálico de una máquina desbrozadora con las piedras existentes en el lugar, lo que dio lugar al inicio del incendio forestal", apunta la Benemérita.

Los tres investigados han prestado declaración en dependencias de la Guardia Civil de Alcántara como supuestos autores de un delito de incendio forestal por imprudencia grave.

Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia de Cáceres.

Además, la Guardia Civil ha recordado que está totalmente prohibido hacer cualquier tipo de fuego en toda Extremadura desde el 1 de junio hasta el 15 de octubre, por situación de riesgo alto de incendios forestales.

Igualmente, cuando se lleve a cabo cualquier tipo de trabajo en el medio rural con maquinaria que produzca fricción entre metales, se deberán extremar las medidas de seguridad.

Concretamente, se suprimirán o reducirán los impactos de acero o hierro contra piedras o rocas y se elegirá una técnica con menor riesgo de ignición, como, por ejemplo, la utilización de hilos o cuchillas plásticas en motodesbrozadoras.

Además, se ha de contar con medios de extinción en el lugar de trabajo, como batefuegos o mochilas para sofocar incendios incipientes y se debe vigilar el área de trabajo hasta una hora después de finalizar las labores agrícolas.