Efectivos de la Guardia Civil del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza), con sede en Valencia de Alcántara, han intervenido siete cabezas de jabalís obtenidas en una batida ilegal el pasado 21 de febrero, según un comunicado emitido ayer por el Ministerio del Interior. Los hechos, según ha podido saber EL PERIODICO EXTREMADURA, tuvieron lugar en la Finca Baldío Grande, propiedad de Antonio Briones que es copropietario de la cadena hotelera Tryp. Dicha finca se encuentra en el término municipal del pueblo cacereño de Carbajo dentro del marco del Parque Natural Tajo Internacional. Al parecer, en la batida ilegal de jabalís participaron un total de 10 cazadores, todos ellos desplazados desde Madrid, así como 12 tiradores de la zona.

La actuación de la Guardia Civil se llevó a cabo en colaboración con el trabajo de los agentes del Medio Natural de la Junta de Extremadura y en el momento de la intervención los cazadores habían logrado abatir un total de siete animales, seis de ellos, "considerados como trofeo en atención a sus características morfológicas", recoge el comunicado. Además, tras el reconocimiento sanitario llevado a cabo por los servicios veterinarios del Gobierno regional, tres de los jabalíes abatidos "fueron rechazados para el consumo humano, por estar infectados de tuberculosis", añade la nota.

La Guardia Civil declaró que dicha batida estaría encubierta bajo el pretexto de contar el titular del terreno acotado de una autorización de rececho-espera, expedida por el órgano medioambiental competente "que para nada tenía que ver con la acción cinegética que se estaba llevando a cabo", aclara

Finalmente, la Guardia Civil, ha procedido a denunciar los hechos ante la Dirección General del Medio Natural, por supuesta infracción muy grave prevista en la Ley de Caza de Extremadura y responsabiliza del hecho, tanto a los diez cazadores, como al titular del terreno cinegético. Además, se ha procedido a la intervención de los 10 rifles utilizados y de las siete cabezas de jabalís abatidas.

UNA FINCA EXTENSA La finca escenario de los hechos se denomina El Baldío Grande y cuenta con una extensión de 1.300 hectáreas de superficie que supone casi la mitad de las hectáreas que conforman el término municipal de Carbajo que cuenta con un total de 2.800. La finca El Baldío Grande llega desde el pueblo hasta el río Tajo.

Por otro lado, fuentes cercanas al Ayuntamiento de Carbajo confesaron ayer por la tarde que es la primera vez que se conoce un caso de estas características en alguna de las fincas del pueblo, aseguraron sentirse sorprendidos por la noticia y calificaron lo sucedido como "un hecho puntual". Las mismas fuentes aclararon que este suceso es totalmente ajeno a la Sociedad de Cazadores local que cuenta con unos 50 socios y que realiza entre dos y tres batidas al año de caza mayor de jabalís y ciervos. En estos casos, las batidas se realizan en el coto social con sus permisos correspondientes y a la que también asisten cazadores de fuera de la región.

Por otro lado, el presidente de la Mancomunidad Sierra de San Pedro, Juan Garlito, a la que pertenece Carbajo, manifestó ayer que es positivo que se descubran este tipo de actos delictivos y aseguró que tras la reciente declaración del Parque Natural Tajo Internacional, "seguramente se intensificarán los controles", afirmó. Garlito aclaró además que la caza legal de especies cinegéticas está regulada en la zona con el fin de que haya un mayor control en una espacio rico en fauna y vegetación, afirmó.