El alcalde de Coria, Joaquín Hurtado, manifestó ayer que el ayuntamiento "no tiene nada que ver" con el cierre de las instalaciones del matadero municipal que está en el polígono industrial Los Rosales y que cuenta con una plantilla de 17 trabajadores. Hurtado aclaró que la relación que el consistorio mantiene con la empresa que gestiona el matadero, Cárnicas Juli SL, es "puramente contractual" y se remonta al 31 de julio del 2000, fecha en la que se firmó el contrato administrativo de adjudicación de gestión indirecta mediante concesión del servicio.

El alcalde explicó que el contrato acordado por ambas partes -ayuntamiento y empresa- especifica que el concesionario tiene como deber "trabajar y explotar la industria". Asimismo, en el apartado b de la tercera cláusula se recoge que otro de los deberes es "conservar las instalaciones y mantenerlas en perfecto estado de higiene, limpieza y funcionamiento", señaló Hurtado.

ADVERTENCIAS El alcalde aseguró ayer que la Gerencia del Area de Salud de Coria, en una inspección rutinaria realizada en el 2004, ya detectó algunas anomalías en materia de higiene y conservación de las instalaciones del matadero. "Así se lo hace saber al empresario, al mismo tiempo que se le concede un plazo suficiente para subsanar las deficiencias", aseguró Hurtado.

El alcalde expuso que se realizaron inspecciones similares el 18 de octubre del 2005 y el 20 de diciembre del mismo año. En ambas ocasiones los informes recogen que las instalaciones continúan con las mismas carencias detectadas en un principio sin que hayan sido subsanadas. "Esta circunstancia ha hecho que Sanidad decrete el cierre del matadero", subrayó Hurtado.

El máximo mandatario aseguró que las autoridades autonómicas informaron al ayuntamiento cauriense de la adopción de la medida del cierre, "sin citar en ningún momento al ayuntamiento como responsable de las irregularidades que motivaron el mismo".

Mientras se resuelve la situación del matadero la empresa concesionaria ha decidido no pronunciarse sobre el tema.