Los cinco menores detenidos por la Guardia Civil el pasado domingo en Navalmoral --no dos como inicialmente informó la Subdelegación del Gobierno en Cáceres-- por agredir a cuatro marroquís están actualmente en libertad y el caso ha pasado a la Fiscalía de Menores de Cáceres, según confirmó ayer a este diario la subdelegación cacereña.

Por su parte, dos de los inmigrantes agredidos relataron a EL PERIODICO que fueron perseguidos por jóvenes con navajas y perros. Ambos han presentado una denuncia ante la Guardia Civil. Las víctimas, que aseguraron que entre los supuestos agresores también había adultos, señalaron que la primera pelea con los jóvenes moralos comenzó en una discoteca, cuando una de las personas que se encontraba en el local se dirigió a uno de ellos y le preguntó "¿por qué nos mirabas el otro día?".

Tras una discusión, los cuatro marroquís, según su relato, escaparon en un coche hasta el polideportivo donde se jugaban la 24 horas de fútbol sala, donde estuviern 10 minutos sin que, dijeron, hubiera ningún altercado.

Los agredidos añadieron que mientras estaban sentados cerca del colegio Sierra de Gredos, sobre las doce de la noche, se toparon por segunda vez con las mismas personas que iniciaron la pelea en la discoteca, que en esta ocasión iban armados con "cadenas, navajas y barras de madera". Entonces se produjo una nueva discusión y, según los marroquís, los jóvenes moralos los amenazaron diciéndoles que buscarían "refuerzos".

Los jóvenes agredidos contaron volvían andando a casa, cuando cerca de Correos se encontraron con "40 o 50 personas armadas". Entonces, uno de los marroquís se escondió cerca de los chalets del hospital, pues, según dijeron, sus perseguidores iban en moto y llevaban perros de la raza boxer. Otro se refugió en los bajos de un coche y los otros dos fueron a la casa de uno de ellos, en la calle Narciso, donde sufrieron las agresiones al inmueble con ladrillos hasta que llegó la policía local.

La Asociación Cáceres Acoge condenó de forma "enérgica" los hechos y defendió que la mayoría de moralos condenan también este tipo de sucesos.