Mantener los buenos hábitos y las buenas costumbres es digno de alabar, sobre todo, si estas tradiciones tienen un carácter solidario y se mantienen con el paso de los años, a pesar de la evolución de la sociedad.

En plena temporada de matanzas domiciliarias y con temperaturas bajo cero en muchas comarcas del norte de Cáceres, el ayuntamiento de Pinofranqueado mantiene un impuesto simbólico a los vecinos del municipio y de las alquerías que celebran sus matanzas. "Se elabora un documento con el nombre del vecino y los cerdos que va a matar y sí el cerdo sale malo, el ayuntamiento le paga el cochino a esa familia", explicó José González, alcalde de la localidad. El precio que deben pagar los ciudadanos por cada guarro sacrificado es meramente simbólico y ronda los 30 o 40 céntimos. Hoy en día se mantiene este pequeño tributo, aunque antiguamente era de vital importancia para muchas familias.

"Esto se hacía cuando había necesidades con el fin de que ninguna familia se quedase sin la matanza y pudieran comer el chorizo y las morcillas durante todo el año" , recordó el alcalde. La enfermedad de la triquinosis podía ocasionar que todo el esfuerzo económico de una familia numerosa se quedase en saco roto si este parasito afectaba al animal. El precio de un cerdo en el mercado puede alcanzar en la actualidad los 400 euros y en caso de perder al animal, es una buena faena para la economía doméstica. "Ya no salen tantos cerdos malos, pero hace dos años sí hubo un caso y con estos fondos que recauda el ayuntamiento se pagó el cochino".

Este municipio hurdano sigue con otra tradición arraigada y relacionada con las matanzas domiciliarias como es la celebración del mercado de San Andrés cada 30 de noviembre. Una feria popular que daba el pistoletazo de salida a la celebración de las matanzas en el norte cacereño, ya que en esta cita se podían adquirir todas las especias, tripas o utensilios necesarios para elaborar chorizos, salchichones o morcillas patateras. Hoy en día es un mercado que vende todo tipo de productos, pero sigue marcando el inicio de la temporada matancera.