Moraleja está situada al noroeste de la provincia de Cáceres. La villa y la comarca gozan de un enorme potencial turístico gracias a los los elementos que convergen alrededor de ella: geografía, paísajes, fiestas, actividades de ocio (caza, pesca, vela, senderismo, equitación...) y su situación equidistante de Sierra de Gata, la frontera portuguesa (Monfortiño, Monsanto, Termas...), valle del Alagón y Las Hurdes. Moraleja es, pues, un buen punto de partida para conocer toda la zona noroeste de la provincia de Cáceres y la zona limítrofe de Portugal.

Los primeros vestigios de asentamientos humanos proceden del paleolítico inferior y su actividad comercial ha quedado reflejada en los restos de La Edad de Bronce. Prerromanos, vettones, lusitanos, o romanos se han ido distribuyendo el territorio a lo largo de la historia. Los episodios bélicos de la Reconquista, en la que estuvo inmersa la comarca, hablan de la fortaleza de La Milana (o torre Milanera), a cinco kilómetros de la localidad. Del siglo XVII destacamos el Libro de Privilegios de la Villa de Moraleja, un manuscrito en el que figura un gran sello del rey Carlos IV.

De sus monumentos nos hemos de fijar en La Casa de La Encomienda, representación y sede administrativa del territorio jurisdiccional; el puente que ha sufrido varias reformas a través de los años y que ahora será restaurado gracias al 1% cultural de Cultura y Fomento y por el que se recuperará su aspecto y las márgenes del río. Importante es también el rollo picota símbolo del privilegio de Moraleja para administrar justicia. La iglesia de Nuestra Señora de La Piedad de finales del siglo XV, la ermita de la patrona, la Virgen de La Vega, con sus redondeadas formas modernistas o la ermita de las Angustias, única que se conserva dentro del casco urbano, son también dignas de ser destacadas.

INDUSTRIA Y NATURALEZA

Moraleja es una localidad emergente, estratégica en cuanto al comercio y la industria, que conviven con su tradición agraria y ganadera, desarrollo que se puede ver al entrar en su larga avenida principal y comprobando el crecimiento de su polígono industrial y el numeroso comercio que copa esta vía en su tramo más urbano.

Además, junto con Cachorrilla, Casillas, Ceclavín, Cilleros, Pescueza, y Zarza la Mayor comparte las 6.236 hectáreas de los Canchos de Ramiro, paraje con gran diversidad de flora y fauna.

Tampoco se puede olvidar su gran afición a los toros, sobre todo por sus novilladas, resaltando su plaza, recién recuperada, situada en el centro del pueblo, edificio muy peculiar, con su forma casi rectangular, múltiples balcones, sus chiqueros y sus tres entradas (sombra, sol y jaula).