Los alumnos del colegio de educación infantil Joaquín Ballesteros despidieron el Carnaval con un gran desfile de disfraces que recorrió las principales calles de Moraleja.

Bajo la atenta supervisión de padres y profesores, los niños lucieron sus trajes de peces de colores, en una jornada en la que no faltó el bullicio propio de los más pequeños.

Moraleja también dijo adiós al Carnaval con la tradicional y multitudinaria sardinada , que se celebró en la céntrica plaza de la Encomienda y que contó con la colaboración de las asociaciones vecinales, los Amigos de San Blas y voluntarios de Protección Civil, además de otros colectivos del municipio.