TEts cierto que el actual equipo de gobierno tiene mucho más clara la continuidad de Womad que lo tuvieron otros dirigentes anteriores del PP. Pero esto no es patente de corso como para que podamos hacer con nuestra ciudad lo que nos venga en gana y que Cáceres termine convertida en un mero lugar de celebraciones y no en un lugar donde sea digno presentar un evento como este.
Hace un par de meses el presidente Monago acudía a FITUR a presentar el Festival Contempopranea. Monago , que es para Badajoz lo que fue Carlos III para Madrid, salvando evidentemente las distancias, enfrentó a las diferentes ciudades extremeñas con potencial turístico, una vez más, a costa de defender los intereses de Badajoz.
Monago ayer se parapetó entre las paredes de la Alcazaba de Mérida y presentó Womad en medio de los fastos y boato que nos tiene acostumbrados. Sería imposible que el Festival de Mérida, sus gentes y su alcalde, consintieran que se presentara este evento en cualquier ciudad extremeña que no fuera su sede.
Cáceres no es menos que ninguna otra ciudad extremeña, y por tanto se merece que su presidente regional acuda a actos institucionales, y no solo a actos de partido. Que dé la cara y que dé explicaciones por los continuos desplantes a nuestra ciudad. Por la pérdida de proyectos como el de la Rivera del Marco, por la paralización sine die del Hospital de Cáceres, por la falta de compromiso con nuestra muralla, con la Ronda Sureste, con el soterramientos de las vías del tren o con otros lugares que habían sido anunciados a bombo y platillo y que terminarán siendo de nuevo promesas electorales.
Mientras, hay quienes han consentido que Monago haya presentado Womad en una ciudad que no es Cáceres; mientras, hay quienes no reivindican otros eventos culturales para nuestra ciudad que aumenten nuestro potencial cultural y turístico. Porque si bien Womad es muy importante, hay mucho potencial creativo, cultural y artístico en nuestra ciudad como para propiciar a la par que Womad otro evento de calado en nuestra ciudad monumental que sea realmente una apuesta valiente por nuestro desarrollo.
